Sin embargo, un relevamiento llevado a cabo por los especialistas del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) con motivo del Día Mundial del Corazón, que se conmemoró este 29 de septiembre, evidenció una gran falta de conciencia previa a la aparición de un episodio. A partir de esa situación límite que en muchos casos implica el paso por un quirófano o una sala de hemodinamia, la gente mejora sensiblemente sus conductas, pero, con el tiempo, ese control disminuye y se corre riesgo de volver a tener un evento cardiovascular.
El trabajo denominado ‘Encuesta sobre Conciencia de Prevención Cardiovascular’ mostró que antes de sufrir un episodio cardiovascular el 70.8% no se ocupaba de mantener conductas saludables y de controlar sus factores de riesgo (o lo hacía parcialmente). Luego del evento, la toma de conciencia es contundente: el 93.3% se encargó satisfactoriamente del control de sus factores de riesgo cardiovascular. Sin embargo, tras varios años, 1 de cada 2 (52.1%) reconoció que no tenía un buen control de sus parámetros; los motivos esgrimidos fueron variados: porque’ se sentían bien’ (34.7%), debido a la ‘falta de regularidad’ (16.3%) o simplemente porque ‘las tareas habituales se lo impedían’ (6.1%). Un 26.5%, pese a manifestar que siguió haciéndose los controles, no dejó de fumar.
Por eso, no extrañó que casi 1 de cada 3 de los encuestados (29.2%) experimentara años después un segundo episodio cardiovascular; del total de los pacientes, 2 de cada 3 (66.7%) debieron ser sometidos a una angioplastia coronaria, que es el procedimiento por cateterismo para desobstruir la arteria y restituir el flujo sanguíneo.
“Este relevamiento nos muestra la realidad que todos los médicos de las más variadas especialidades vemos a diario en nuestros consultorios: el gran desafío de lograr que las personas tomen conciencia y modifiquen conductas”, explicó el Dr. Martín Cisneros, presidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).
Los especialistas destacan que, a los factores de riesgo ‘modificables’ mencionados, hay que sumar otros ‘no modificables’ que se potencian con los primeros. Por un lado, los antecedentes familiares, la edad; en el caso de las mujeres, se aumenta el riesgo desde el inicio de la menopausia, entre otros factores.
“Esperamos que este relevamiento realizado en el marco del Día Mundial del Corazón le sirva a la gente para repensar algunas conductas y reconocer que el momento de comenzar a cambiar es hoy y ahora”, concluyó el Dr. Cisneros.